Redescubriendo el Amor Interior: Por qué nos sentimos completos cuando estamos enamorados y cómo recrearlo
¿Alguna vez has sentido esa oleada de plenitud cuando te enamoras? De repente, todo se ve más hermoso. La vida se siente más ligera, los colores son más brillantes, y hasta los momentos más simples están llenos de maravilla.
Cuando estamos enamorados, sentimos que volvemos a ser nosotros mismos. Nos sentimos vivos. Es como si la pieza perdida de nuestro ser encontrara su lugar, y por un momento, todo está exactamente como debería estar.
Si amas cantar, cantas. Si amas bailar, bailas. Y esa sensación abrumadora de felicidad te envuelve. No se trata solo de la persona frente a ti; se trata de cómo esa persona te hace sentir: vivo, escuchado, visto. Es como si hubieran desbloqueado una puerta oculta hacia la alegría, y por primera vez, estás respirando la vida plenamente.
Dices: “Estoy enamorado(a)”. Y es una hermosa forma de describirlo—estar en el amor, dentro del amor mismo. No estás afuera mirando hacia adentro; estás inmerso(a) en su esencia. Pero, ¿y si te dijera que este estado de ser no depende de alguien más?
La ilusión de perder el amor
Cuando la persona que parecía traer toda esta magia a tu vida se va, todo cambia. La luz se apaga, la música desaparece, y la alegría parece perdida. Comienzas a sentirte rechazado(a), invisible e incompleto(a). Es como si una parte de ti se hubiera ido con ellos.
Pero aquí está la verdad: lo que extrañas no es a la persona. Lo que realmente extrañas es la versión de ti mismo(a) que cobró vida en su presencia.
Esta es la gran revelación: esa persona no te dio amor. No eran la fuente de tu alegría. Fueron un catalizador, un espejo, un desencadenante.
El amor, la luz, la vitalidad que sentiste—todo eso ya era tuyo.
La verdad sobre el amor: ya está dentro de ti
El amor no es algo externo. No es algo que alguien pueda darte o quitarte. El amor es tu esencia. Es quien eres en tu núcleo.
Cuando estás enamorado(a), no solo te estás conectando con otra persona—te estás reconectando contigo mismo(a). Por eso se siente tan natural, tan alineado, tan real.
Pero cuando esa conexión desaparece, es fácil creer que el amor se ha ido. No es así. El amor sigue ahí, esperando a que lo notes de nuevo.
Recreando la sensación de amor dentro de ti
Aquí está lo poderoso: no necesitas a nadie más para volver a sentir ese amor. Puedes reconectarte con él, nutrirlo y dejar que crezca—ahora mismo, desde tu interior.
Recuerda quién eras cuando estabas enamorado(a):Dedica un momento de calma a reflexionar sobre quién eras cuando sentías ese amor.
¿Cómo te comportabas?
¿Cuáles eran tus pasiones?
¿Qué hacías más en su presencia—cantabas, bailabas, soñabas?
¿Cómo te expresabas?
Escríbelo o medítalo. Vuelve a crear esas sensaciones de amor, alegría y plenitud dentro de ti.
Medita en la sensación del amor:Cierra los ojos y revive la sensación de amor que experimentaste con esa persona. Concéntrate en cómo te hacía sentir—no en la persona, sino en la emoción misma.
Permite que esa sensación crezca dentro de ti, como si estuvieras programando tu ser para volver a su estado natural de plenitud. Medita en ello a diario, dejando que fluya por tu corazón, tu mente y todo tu cuerpo.
Pregúntate preguntas clave:Reflexiona sobre lo que esa relación iluminó en ti:
¿Qué necesidades o deseos se estaban satisfaciendo en su presencia?
¿Qué despertaron en ti que te hacía sentir libre, vivo(a) o visto(a)?
¿Te estaban mostrando algo que ya tenías dentro de ti?
Por ejemplo, tal vez te sentías libre para cantar a su lado. ¿Podría ser que cantar sea algo que has anhelado? Tal vez te sentías profundamente visto(a). Entonces pregúntate: ¿qué no estoy viendo de mí mismo(a) en este momento?
Haz el trabajo interno:Este es el momento perfecto para conocerte más profundamente. Si necesitabas que alguien despertara ese amor dentro de ti, pregúntate:
¿Qué me está bloqueando para alcanzar ese estado de amor por mi cuenta?
¿Cómo puedo nutrir y expresar ese amor en mi vida diaria?
No se trata de arreglar nada, sino de permitirte reconectar con la verdad de quien realmente eres.
Vivir en el amor como tu estado natural
El amor que buscas nunca te ha dejado. No es algo externo; es algo que siempre ha estado esperando a ser recordado.
Al reflexionar sobre quién eres cuando estás enamorado(a), meditar en la sensación de plenitud y hacer el trabajo interno, puedes recrear ese estado de alineación. Con el tiempo, notarás que el amor fluye naturalmente—no por alguien más, sino porque has elegido encarnarlo como tu esencia.
Respira profundo. Cierra los ojos. Recuerda quién eres cuando estás enamorado(a). Y permite que esa versión de ti florezca, no como un recuerdo, sino como la verdad de quien siempre has sido.
El amor es tu esencia. Es quien eres. Y el mundo está esperando que lo irradies.
Katiana
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