En el viaje de la vida, a menudo nos encontramos en encrucijadas, donde los caminos se bifurcan, cada uno llevando a destinos desconocidos. El proceso de tomar decisiones puede sentirse como estar atrapado en un incesante vaivén, con nuestras elecciones fluctuando bajo el peso de nuestras emociones y miedos. Es como si cada día trajera un
a nueva dirección, sin embargo, ninguna ruta se siente definitivamente correcta. Esta oscilación no es simplemente una batalla de elecciones, sino un reflejo de las profundas influencias que moldean nuestra toma de decisiones.
Nuestras decisiones están fuertemente influenciadas por un tapiz de factores tales come:
Emociones atadas a miedos
Apegos
Culpa
Normas sociales
Expectativas familiares, sociales y/o laborales
Creencias religiosas
Influencia de los medios
Estos elementos, profundamente arraigados en nuestra psique, a menudo nublan la claridad de nuestro juicio, haciendo desafiante discernir nuestros verdaderos deseos del ruido de las expectativas externas. En medio de esta cacofonía, el deseo de complacer a otros puede complicar aún más nuestras elecciones, dejándonos cuestionando de quien es la felicidad que estamos verdaderamente buscando.
Una parte de entre nosotros nos dejamos influenciar por las emociones para tomar nuestras decisiones. Sin embargo las emociones, aunque reales y válidas nos pueden llevar en una montaña rusa que se puede sentir desestabilizante. La clave para navegar esta complejidad no está en descartar nuestras emociones, sino en comprenderlas. Las emociones, aunque influenciadas por traumas pasados y programación subconsciente, llevan percepciones invaluables sobre nuestros deseos y miedos más profundos. Sin embargo, distinguir entre sentimientos efímeros y la profunda voz de la intuición (algunos le llaman la voz de Dios o el universo o de mis guìas) requiere introspección y honestidad. Es esencial reconocer que mientras los sentimientos pueden ser transitorios, la intuición proporciona una brújula que nos guía hacia nuestro verdadero norte.
Para cortar el ruido de las influencias externas, es beneficioso embarcarse en un viaje hacia nuestro interior, haciéndonos preguntas críticas que anclen nuestras decisiones en el amor propio y la autenticidad.
¿Qué elegiría si actuara por amor a mí mismo, libre de las expectativas de los demás?
¿Qué elección se alinea con mis verdades y valores más profundos?
Qué es lo más honesto para mi?
Qué es lo realmente más correcto para mi?
¿Esta decisión sirve a mi propósito más elevado y trae alegría y plenitud a mi vida?
En lo más profundo de nuestro ser, la mayoría de las veces, conocemos la respuesta, pero la cuestionamos debido a la neblina mental de las influencias externas.
Abrazar el amor propio como criterio para tomar decisiones no significa ignorar el bienestar de los demás. Por el contrario, las decisiones arraigadas en el respeto personal y la verdad tienen un efecto dominó, fomentando la felicidad genuina y resultados positivos para quienes nos rodean. Al priorizar nuestro bienestar, contribuimos inadvertidamente al bien común, desafiando la noción de que el altruismo requiere el descuido de uno mismo.
En el ámbito de la toma de decisiones, el miedo a menudo surge como un adversario formidable. Sin embargo, al cuestionar qué elegiríamos en ausencia de miedo y presiones externas, desbloqueamos nuevas posibilidades para el crecimiento y la realización. Se trata de permanecer firme en nuestras decisiones, permitiendo que las emociones fluyan sin alterar nuestra resolución. Este proceso no solo es sobre hacer elecciones, sino sobre abrazar y sanar las partes de nosotros mismos influenciadas por las expectativas de los demás.
El viaje de tomar decisiones es un profundo ejercicio de auto-descubrimiento y crecimiento. Nos invita a explorar las profundidades de nuestro ser, enfrentar nuestros miedos y surgir empoderados, con elecciones que resuenan con nuestro yo más verdadero. Así que, al encontrarte en la encrucijada, recuerda que la clave para la claridad se encuentra dentro, en el espacio tranquilo donde tu corazón habla el lenguaje de tus deseos y sueños más profundos.
En conclusión, te invito a reflexionar sobre tu proceso de toma de decisiones. En el camino a dilucidar la verdaera voz de la intución que te lleva hacia la decisión que se alinea mejor hacia tu mas grande bienestar y la de los otros ¿Cómo navegas la interacción de emociones, expectativas y amor propio en tus elecciones? Embarquémonos juntos en este viaje de descubrimiento, apoyándonos mutuamente en tomar decisiones que se alineen con nuestra esencia verdadera y aspiraciones más elevadas.
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