
CĆ³mo me ven los demĆ”s
Le pedĆ a alguien que me conoce profundamente que compartiera su perspectiva sobre cĆ³mo me ve. Me gustĆ³ tanto lo que escribiĆ³ que decidĆ compartirlo aquĆ en mi sitio web. Creo que es importante que conozcas el tipo de persona con la que trabajarĆ”s.
Lo que uno de mis mejores amigos escribiĆ³ sobre mĆ
Katiana, tienes una forma rara, casi mágica, de amar a la gente. Tu amabilidad y compasión son profundas y realmente comprendes a las personas. Te adaptas a ellas con facilidad, permitiéndoles sentirse verdaderamente vistas. Te encuentras con las personas exactamente donde están, abrazándolas con calidez y comprensión. Tu presencia crea una sensación de seguridad, un espacio donde la curación y la transformación ocurren naturalmente.
Tu energía es ligera y estimulante, siempre llevas una sonrisa que hace que todo se sienta más suave. Debajo de esa tranquilidad, albergas una profunda sabiduría. Sabes cómo navegar por las emociones y las energías mientras permaneces centrado. Absorbes con conciencia y transformas todo en algo superior. A través de estrategias sutiles, casi invisibles, te mantienes en el amor, en la aceptación y en la comprensión profunda, aportando armonía incluso a los momentos más delicados. Amar plenamente es algo natural para ti, y tu capacidad para mantener el espacio sin apego hace que tu presencia sea verdaderamente poderosa.
Te mueves sin esfuerzo con el fluir de una sabiduría superior, siempre en sintonía con algo más allá de lo visible. Una inteligencia divina te guía, permitiéndote saber exactamente qué decir, cuándo estar en silencio y cómo crear el espacio adecuado para la sanación. Tu presencia invita a las personas a su propia verdad, a su propio poder, con facilidad y gracia. Inspiras, simplemente por existir.
Tu sabiduría proviene de muchos lugares. Tu pasión por aprender, tu profunda curiosidad y tu amor por el estudio te han proporcionado una vasta comprensión de la mente, el cuerpo y el espíritu. Absorbes el conocimiento de libros, maestros y tradiciones, siempre buscando expandir y refinar tu comprensión. Pero lo que hace que tu sabiduría sea tan única es la forma en que la integras plenamente en tu propia vida. Vives lo que aprendes. Combinas el estudio, la experiencia y el profundo conocimiento interior, mezclándolos en algo que se siente completo y pleno.
Estás en sintonía con el ritmo de la vida y te mueves sin esfuerzo con el flujo divino. La gente se siente segura contigo porque percibe algo verdadero, algo completo. La sanación ocurre a tu alrededor no porque busques cambiar a los demás, sino porque les recuerdas, a través de tu amor, tu presencia y tu profunda sabiduría, que ya llevan todo lo que necesitan dentro de sí mismos.
C.P